“Mi querido y fiel diario: A veces pienso que algún día vas a desaparecer mis palabras por tantos pesares que te confío, pero te suplico que no me abandones…
Hoy amanecí rebelde, decidida y determinada a ser feliz. Ya me cansé de ser fea, boba, tímida, ridícula, mal vestida, pasada de moda, sin la experiencia de amar y ser amada y todavía virgen. Han sido tantos los años que vengo sufriendo la misma agonizante historia que ya me aburre; ¡tengo que cambiar!
Ya me cansé de pasar noches en soledad mirando tele hasta el amanecer por miedo a acostarme y morir por mi propia lástima. Mi corazón esta vacío porque nadie nunca me ha amado, ni yo a mi misma querido diario, ¡ni yo a mi misma!
Tengo planes, que aunque me causan temor, los voy a tener que llevar a cabo si quiero probar de aquello que llaman amor. Me voy a liberar de las ataduras de ser “vieja” e intentaré comenzar a vivir. ¿Se puede empezar a vivir después de los treinta y tantos? Yo espero que sí, creo que llegó mi turno de lanzarme a la calle en busca de aventuras, de felicidad, de vida; a la vez tengo el temor de seguir siendo ridícula y despreciada, ayúdame a transformarme, apóyame y acompáñame… cuento contigo…”
Estoy en el proceso de comenzar mi vida, dicen que nunca es tarde para vivir y ser feliz…